El dibujo a bolígrafo está de moda actualmente, en trabajos de estilo realistas o hiperrealistas.
Instrumento originalmente de escritura, cuando es utilizado como instrumento de dibujo, es de difícil manejo, puesto que no admite correcciones como otros procedimientos. Al mismo tiempo su punta aguda y punzante exige un gran dominio tanto de las líneas de contorno como de las tramas que cubren las superficies, este dominio lo adquieres con muchas horas de trabajo y siempre aprendiendo de tus errores.
Los dibujos que se realizan con esta técnica se componen de tramas formadas por puntos que se reparten según diferentes densidades, por pequeños trazos que se superponen, por líneas alargadas que se diluyen en sus extremos o por comillas o garabatos superpuestos hasta que se logra el efecto deseado.
Con esta técnica es posible obtener formas sutiles o rotundas, contrastes marcados y transparencias. La superposición de tramas en varios colores hace posible, los más sorprendentes efectos y mezclas cromáticas. Se obtienen dibujos de gran realismo o técnica de abocetado.
El bolígrafo se puede combinar con otros materiales como la tinta, óleo, acuarela ...
Finalmente decir, que la paciencia y la tranquilidad, son factores fundamentales cuando te enfrentas al papel.